El conjunto de buenas prácticas que el ayuntamiento de Miranda de Azán está realizando desde su proclamación como Municipio del Bien Común va ampliándose cada día. Actividades concretas como el Mercado Campesino, cursos de formación, charlas, contratación ética y compras de proximidad, etc. son el reflejo práctico de una manera de entender la política, la economía y la sociedad que también se recoge en normativas, decretos y ordenanzas que venimos desarrollando.
Mercado Campesino: con esta iniciativa el municipio de Miranda de Azán apoya la producción y venta de productos ecológicos, la artesanía local tradicional y un mercado de proximidad como forma de un consumo responsable y ético. Además de poner en relieve el costumbrismo de nuestra comarca, su arte y su folklore.
Contratación ética y compras de proximidad: como administración pública se prioriza la compra en establecimientos locales y la colaboración con empresas del municipio. Este compromiso se pone en valor al reflejarse de manera específica en el resumen de gastos de los presupuestos municipales.
La contratación y gastos de servicios y material fuera de Miranda de Azán, se intenta realizar sobre criterios EBC, como proximidad, respeto al medio ambiente y justicia social. Por ejemplo la contratación de seguros éticos o la inclusión de puntos adicionales en las cláusulas de contratación.
Charlas, coloquios, cursos, etc. son otro tipo de herramientas con las que el Ayuntamiento está trabajando para el acercamiento, difusión e implicación de la EBC en el municipio.
El pasado verano se puso en marcha el Curso de técnicas participativas para la implicación de la ciudadanía en los municipios.
Normativa Municipal: Para consolidar este cambio sistémico es necesaria la adaptación a los valores EBC de la normativa municipal. Entendemos por normativa todo aquello que regule la convivencia y el funcionamiento diario de nuestro pueblo. Así, los subsidios y ayudas económicas se otorgarán siguiendo unos criterios de ecuanimidad; los impuestos como el I.B.I. tendrán en cuenta valores sociales añadidos, y el cobro de tasas como el agua, se revisarán para fomentar el consumo responsable.
La normativa urbanística también ha sido redactada buscando principios de dignidad humana en la vivienda y respeto al medio ambiente en su construcción.
Por último, la participación ciudadana en la actividad del pueblo y su implicación en las decisiones relevantes y la transparencia en la gestión económica y administrativa, son las principales herramientas que tenemos para conseguir ese cambio.